El Ein Sof es la causa primaria de todo, y de él emanan todas las demás causas. Aunque cada nivel inferior puede ser una “causa” con respecto a lo que está por debajo de él, el Ein Sof es la “Causa de todas las Causas”. Por ejemplo, Ima es la causa de Ze’ir Anpín.
El pecado de Adám ha Rishón trajo varias imperfecciones. Primero, creó oscuridad entre el Kéter de Ze’ir Anpín e Ima al incrementar la vasija del Kéter más de lo que la luz interna podía iluminar. Esto dejó el Kéter con una vasija grande pero insuficiente luz, causando una desconexión entre Ze’ir Anpín e Ima.
En segundo lugar, Adám debilitó el aspecto masculino de Ze’ir Anpín al agrandar su Kéter, haciéndolo más como lo femenino. Esto afectó la vasija del Kéter de Nukvá, donde la luz era menor que la vasija.
Finalmente, el Dáat de Ze’ir Anpín cayó de su lugar elevado debido a la falta de luz en el Kéter. Esto permitió que las fuerzas negativas (Jitzonim) se adhirieran al Dáat, creando una mezcla de bien y mal, lo que se asocia con el pecado de comer del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Así está escrito en el Shaar haPesukim en la Parashá Bereshit, segunda discución:
Ein Sof es más alto que Atik Yomin en el mundo de Atzilut, y es llamado la “Causa de todas las Causas”, siendo la Primera Causa. Todas la otras “causas” vienen de ella; les da existencia. Cualquier causa por debajo de la “Causa de todas las Causas” se llama simplemente una “causa”, ya que ellas son el resultado y emanan del Ein Sof. En un nivel más específico, cada causa más baja puede ser llamada también como una “Causa de todas las Causas” con respecto a sus inferiores, ya que causan todas las causas por debajo de ellas. Por lo tanto cada una es considerada la “causa” de lo que causa a continuación. Pero la causa final, la que es “Causa de todas las Causas” es Ein Sof, como se mencionó. Así, por ejemplo, Ima es la “Causa de las Causas” con respecto al Ze’ir Anpín. Como se mencionó, esto es porque causa todas la causas en el Ze’ir Anpín.
Hay un principio importante por conocer. Si se menciona un Nombre de Havayá, o de una sefirá, en el Séfer haZóhar, es de suma importancia saber de qué nivel se está hablando, y esto es ejemplo de ello. Hay muchos Ketarim, pero este Kéter mencionado en el Séfer Tikunim es el Kéter de Ze’ir Anpín. Fue con respecto a este que Adám ha Rishón pecó, creando oscuridad entre el Kéter del Ze’ir Anpín e Ima, la “Causa de las Causas” con respecto al Ze’ir Anpín.
Esta oscuridad resultó cuando el Kéter del Ze’ir fue incrementado al tamaño de los dos tercios inferiores del Tiféret de Ima, pero la luz dentro, sin embargo, no fue capaz de aumentar como corresponde. Tendría que haber sido después que los cerebros de Aba entraran. Así los dos tercios de las luces de Tiféret de Ima habrían sido capaces para “servir” al Kéter del Ze’ir. En su lugar, solo tiene un tercio de la luz del Tiféret de Ima, el último nivel de ellos. La vasija en si misma del Kéter sin embargo es mucho más grande que dos tercios, dejando la vasija del Kéter del Ze’ir muy obscura careciendo de luz para iluminarlo todo, esto es, el tercio superior que Adám añadió. Había obscuridad en el tercio superior del Kéter del Ze’ir, y esta obscuridad separó entre el Kéter del Ze’ir y la Ima superior. Esto fue una imperfección.
Una segunda imperfección está escrita en el Séfer haZóhar, y es que pecó con respecto a la Mujer. Es conocido que la vasija del Kéter de la Nukvá del Ze’ir Anpín son los dos tercios inferiores del Tiféret del Ze’ir. La luz del Kéter de Nukvá sin embargo es solo la mitad de esa luz, solo el tercio inferior del Tiféret del Ze’ir. Cuando Adám incremento la vasija del Kéter del Ze’ir al doble de su luz, Debilitó la fuerza del Ze’ir Anpín, que es masculina, y lo hizo como lo Femenino; la vasija del Kéter era grande pero la luz dentro era pequeña. Ello devolvió al nivel del Kéter del Femenino, y de esta forma él pecó con respecto a la ¨Mujer.”
La tercera imperfección fue causada al Dáat del Ze’ir Anpín. Como anteriormente fue explicado, es apropiado para el Dáat estar debajo en el cuerpo del Ze’ir, porque cuando fluye de Aba fue desde el nivel del Dáat que emanaba a través de los “Seis Puntos.” Pero la luz en la vasija de su Kéter lo dibujó y elevó, porque el Kéter y el Dáat están en el “Kav Emtzaee / Línea Media,” como se conoce. Ahora que la luz del Kéter se oscureció, no tenía la fuerza para iluminar en su lugar, y cuanto más no tenía la fuerza para iluminar el Dáat y elevarlo. Como resultado, el Dáat del Ze’ir Anpín del lado de Ima cayó por debajo del tercio superior del Tiféret hasta el pecho, entre los dos hombros de los dos brazos de Jésed y Gevurá. Estaba distanciado de los dos cerebros del Jojmá y Biná que lo iluminaban. Desde que el cerebro de Dáat cayó en el cuerpo no fue más considerado un cerebro, y los Jitzonim podían engancharse a él, como se mencionó anteriormente. Esto fue especialmente así mientras los cerebros de Aba no estaban aún allí. Esto fue una gran imperfección, desde que los Jitzonim se pudieron tan solo enganchar a la raíz del cerebro de Dáat y causar una mezcla de bien y mal también ahí. Nuestros rabinos insinuaron de esto en el Séfer haZóhar en la opinión que el pecado de Adám ha Rishón fue que él comió del Etz ha Dáat Tov V’ra.
Este análisis es solo una muestra de la riqueza que se encuentra en cada Parashá a lo largo del año. Cada sección del Shaar haPesukim ofrece una profundización en estos conceptos, explorando cómo se aplican a las diferentes Parashot semanales y muchas más ideas en el estudio profundo de la Torá. Si deseas adentrarte aún más en estos temas y descubrir cómo cada porción de la Torá revela nuevas dimensiones de entendimiento y conexión, te invitamos a explorar el libro completo. Las obras del Arizal están muy relacionadas unas con otras a pesar de estar escritas en distintos libros, pues lo que se da por hecho en un libro se detalla en otro, aumenta la comprensión de los conceptos de el shaar haPesukim con el Etz Jaím e ilumina tu camino de estudio.
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