Este poema litúrgico de las Selijot, “Atá Yodé’a”, es un rezo de súplica que apela a la misericordia divina, reconociendo la omnisciencia de Hashem y la dependencia de los seres humanos de su bondad.
אַתָּה יודֵעַ רָזֵי עולָם. וְתַעֲלוּמות סִתְרֵי כָל חָי
Tú conoces los secretos del mundo, y las ocultas profundidades de cada ser.
En la Kabalá, el concepto de “secretos” (razin) se relaciona con los niveles ocultos de la realidad, que se corresponden con el nivel de Sod (secreto) de la interpretación de la Torá. Hashem, en este sentido, representa la Luz Infinita (Or Ein Sof) que abarca todas las dimensiones de la creación, desde los mundos superiores hasta los más ocultos secretos del ser humano. Aquí, se reconoce a Hashem como el único que tiene acceso a estos misterios profundos.
Clave Kabalística: La frase sugiere que las almas de los seres humanos están conectadas con los misterios divinos a través de su relación con el alma universal, y que Hashem tiene conocimiento de todas las capas del ser, incluidas aquellas que los propios individuos no pueden comprender de sí mismos.
אַתָּה חופֵשׂ כָּל חַדְרֵי בָטֶן. רואֶה כְלָיות וָלֵב
Tú escrutas todas las entrañas, y ves los riñones y el corazón.
El “corazón” y los “riñones” son símbolos kabalísticos del intelecto y las emociones. En el Árbol de la Vida, el corazón se asocia con Tiféret, que es el centro de la armonía y el equilibrio, mientras que los riñones están vinculados a Yesod, que conecta el pensamiento con la acción. Hashem no solo conoce nuestras acciones, sino que también entiende nuestras intenciones y motivaciones más profundas.
Clave Kabalística: Este verso revela que no solo las acciones visibles cuentan, sino las intenciones internas de la persona, lo que implica un juicio basado en las energías y la vibración interna del alma.
אֵין דָּבָר נֶעְלָם מִמָּךְ. וְאֵין נִסְתָּר מִנֶּגֶד עֵינֶיךָ
Nada está oculto de Ti, y nada está escondido de ante Tus ojos.
Aquí se reafirma el conocimiento absoluto de Hashem, que ve más allá de los mundos materiales. Desde una perspectiva cabalística, Ein Sof (El Infinito) lo abarca todo, desde lo manifiesto hasta lo oculto, ya que Él es la fuente de toda existencia. En este sentido, Dá’at, el conocimiento divino, es el puente entre lo oculto y lo revelado.
Clave Kabalística: Hashem es la fuente tanto de los mundos revelados (Atzilut, Beriá, Yetzirá, Asiá) como de los ocultos. Todo lo que existe en estos mundos está bajo su supervisión directa.
אִם עֲונֵינוּ עָנוּ בָנוּ. ה’ עֲשֵׂה לְמַעַן שְׁמֶךָ
Si nuestras iniquidades nos han respondido, YHWH, actúa por el bien de Tu nombre.
En este verso, se reconoce que las acciones humanas, particularmente las transgresiones, traen consecuencias. Sin embargo, en lugar de apelar a su mérito, el orante apela a la misericordia de Hashem en función de Su nombre. En Kabalá, el Nombre Divino tiene un poder inmenso, ya que refleja diferentes manifestaciones de Hashem, cada una con atributos específicos. El Nombre de YHWH está vinculado a la misericordia.
Clave Kabalística: El rezo invoca la misericordia divina, lo cual es una referencia al sefirá de Jésed (bondad), que predomina sobre el juicio en situaciones de arrepentimiento sincero.
אִם עֲונות תִּשְׁמָר יָהּ. אֲדנָי מִי יַעֲמד
YHWH, Si Tú recuerdas nuestras transgresiones, Adonáy ¿quién podrá permanecer?
Este verso refleja el juicio divino, donde nadie puede ser justo por sí mismo sin la ayuda de la misericordia divina. Aquí, Adonáy representa el atributo de Maljut (reinado), que es el juicio en su nivel más bajo y accesible al mundo material.
Clave Kabalística: Si el juicio fuese estricto, sin intervención de la misericordia de Jésed, nadie podría mantenerse. La frase alude a la necesidad de balance entre Jésed y Gevurá (juicio), los dos pilares del Árbol de la Vida.
כִּי עִמְּךָ הַסְּלִיחָה. לְמַעַן תִּוָּרֵא
Porque contigo está el perdón, para que se te tema.
El perdón es uno de los atributos que lleva a los humanos a respetar y reverenciar a Hashem. En la Kabalá, el perdón está asociado con el sefirá de Biná, el entendimiento profundo y la capacidad de transcender el juicio. La reverencia hacia Hashem es un nivel elevado de conciencia espiritual.
Clave Kabalística: Aquí se conecta con la idea de que el temor reverente (Yiráh) proviene de un entendimiento profundo de la grandeza y misericordia de Hashem, lo que lleva a una relación más cercana y transformadora.
כִּי עִמְּךָ מְקור חַיִּים. בְּאורְךָ נִרְאֶה אור
Porque contigo está la fuente de vida, a través de Tu luz vemos la luz.
Este verso es profundo desde una perspectiva kabalística. La “fuente de vida” hace referencia a la sefirá de Jojmá (sabiduría), la cual es la chispa inicial de la creación y de la vida. “A través de Tu luz vemos la luz” es una referencia directa a la revelación divina que se refleja en los mundos inferiores, siendo Hashem la fuente de toda iluminación espiritual.
Clave Kabalística: La luz que se menciona aquí es la Luz Infinita que fluye desde lo alto y se manifiesta en los mundos inferiores, iluminando las almas y permitiendo que perciban la verdad divina.
כִּי לא עַל צִדְקותֵינוּ אֲנַחְנוּ מַפִּילִים תַּחֲנוּנֵינוּ לְפָנֶיךָ
No es por nuestras justicias que ponemos nuestras súplicas ante Ti, sino por Tus abundantes misericordias.
El rezo concluye reconociendo que no son los méritos de la persona los que abogan ante Hashem, sino su misericordia infinita. En la Kabalá, esto refleja la dependencia humana del sefirá de Jésed (bondad) divina.
Clave Kabalística: Este reconocimiento es un paso hacia la autoanulación (Bittul), uno de los ideales en la espiritualidad cabalística. A través de la humildad, el individuo se vacía de ego y permite que la Luz Divina lo llene.
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