Espiritualidad de las selijot: Los hombres de fe han desaparecido


Este rezo es muy profundo y está lleno de simbolismos que pueden analizarse a través de la tradición kabalística. Expresa tanto una pérdida profunda como un llamado al retorno espiritual y a la rectificación a través del arrepentimiento y la conexión con lo divino, todo bajo una rica capa de simbolismo.

אַנְשֵׁי אֱמוּנָה אָבָדוּ. בָּאִים בְּכחַ מַעֲשֵׂיהֶם:

“Los hombres de fe han desaparecido; vienen con la fuerza de sus acciones.”

“Hombres de fe” son aquellos que están alineados con las sefirot superiores, especialmente Yesod, que representa la conexión entre lo divino y lo humano. Al mencionar que estos hombres han desaparecido, se lamenta la pérdida de aquellos que mantenían el equilibrio espiritual en el mundo. Estos individuos actuaban desde un estado de emunáh (fe), que en la kabalá es una cualidad esencial que conecta al individuo con los mundos superiores. La “fuerza de sus acciones” se refiere a las mitzvot y al estudio de la Torá, que generan tikkun (rectificación) en los mundos superiores.

גִּבּורִים לַעֲמד בַּפֶּרֶץ. דּוחִים אֶת הַגְּזֵרות:

“Son valientes para enfrentar la brecha, rechazando los decretos.”

Los “valientes” son los tzadikim, aquellos que mantienen el equilibrio en el universo a través de sus acciones. El “brecha” (בפרץ, peretz) simboliza un espacio donde las energías negativas pueden entrar si no hay protección adecuada. Estos tzadikim son los que “rechazan los decretos” (gezerot), lo que indica que tienen el poder de anular los juicios divinos negativos mediante sus méritos y plegarias. En términos kabalísticos, esto es similar a la interacción entre Gevurá (juicio) y Jéssed (misericordia), donde los justos traen balance y apaciguan los decretos de juicio.

הָיוּ לָנוּ לְחומָה. וּלְמַחְסֶה בְּיום זַעַם:

“Fueron para nosotros un muro y un refugio en el día de la ira.”

Aquí el “muro” y “refugio” representan el papel protector de los tzadikim. En la kabalá, se enseña que los tzadikim actúan como Merkavot (carros) de las sefirot, especialmente Maljut (reino) y Tiféret (belleza), protegiendo al pueblo de los aspectos más severos de los juicios divinos. El “día de la ira” se refiere a tiempos de juicio severo o a momentos en que las klipot (fuerzas impuras) amenazan con influir negativamente.

זועֲכִים אַף בְּלַחֲשָׁם. חֵמָה עָצְרוּ בְּשַׁוְּעָם:

“Gritan incluso en sus murmullos, conteniendo la cólera en sus clamores.”

El “grito en sus murmullos” simboliza la oración interna y silenciosa, que según la kabalá puede ser tan poderosa como los gritos más audibles. El Zóhar enseña que la verdadera oración no siempre necesita ser externa, ya que la energía espiritual emitida por el pensamiento y la intención tiene un impacto directo en los mundos superiores. Aquí, el poder del koaj hamajshavá (poder del pensamiento) es clave, mostrando que las plegarias de los tzadikim pueden contener la ira divina.

טֶרֶם קְרָאוּךָ עֲנִיתָם. יודְעִים לַעֲתר וּלְרַצּות:

“Antes de que te llamaran, ya les habías respondido; saben cómo interceder y apaciguarte.”

Este verso expresa la idea de que los tzadikim tienen una conexión tan profunda con lo divino que sus oraciones y acciones reciben respuesta antes de que incluso sean expresadas. Esto es un reflejo del concepto kabalístico de Da’at Elyon, el conocimiento superior, donde el flujo divino de las sefirot superiores responde automáticamente a aquellos que están alineados con la voluntad de Hashem.

כְּאָב רִחַמְתָּ לְמַעֲנָם. לא הֱשִׁיבותָ פְּנֵיהֶם רֵיקָם:

“Como un padre, has tenido misericordia por ellos; no les has devuelto con las manos vacías.”

Hashem, en la kabalá, es visto como el Padre Celestial (Avinu Malkeinu), quien tiene misericordia de sus hijos cuando se alinean con su voluntad. Aquí se alude a la sefirá de Jéssed, la cual está asociada con la misericordia divina. Los tzadikim, al actuar como canales para esta sefirá, son recibidos con bendiciones cuando interceden por el pueblo.

מֵרב עֲונֵינוּ אֲבַדְנוּם. נֶאֶסְפוּ מֶנּוּ בַּחֲטָאֵינוּ:

“Por la abundancia de nuestros pecados, los hemos perdido; se han reunido con nosotros en nuestras faltas.”

Aquí se refleja el concepto de que los pecados de la generación pueden causar la desaparición de los tzadikim. Según la kabalá, las acciones negativas pueden atraer las fuerzas de las klipot, que consumen la luz espiritual y traen juicio y caos al mundo. Los tzadikim, al ser baluartes de luz, pueden ser retirados del mundo cuando este se llena de demasiada negatividad.

סָעוּ הֵמָּה לִמְנוּחות. עָזְבוּ אותָנוּ לַאֲנָחות:

“Se han ido a la paz; nos han abandonado en nuestro lamento.”

Esta parte habla de la partida de los tzadikim hacia un lugar de paz, lo que en la kabalá se refiere a su ascensión a los mundos superiores, donde descansan en la luz de Olam HaBa (el mundo venidero). Mientras tanto, los que quedan en este mundo sienten el vacío de su ausencia, lo que provoca tristeza y lamento.

פַּסּוּ גודְרֵי גָדֵר. צֻמְּתוּ מְשִׁיבֵי חֵמָה:

“Han desaparecido los guardianes del muro; se han cerrado los que contenían la ira.”

Los “guardianes del muro” son los tzadikim que protegen al mundo de los juicios divinos. En la kabalá, estos guardianes son aquellos que operan en el nivel de Yesod, asegurando que las bendiciones fluyan hacia Maljut sin interferencias de las klipot. Cuando desaparecen, ya no hay quienes “contengan la ira”, y la severidad de los juicios puede manifestarse sin oposición.

שׁוטַטְנוּ בְּאַרְבַּע פִּנּות. תְּרוּפָה לא מָצָאנוּ:

“Hemos vagado por las cuatro direcciones; no hemos encontrado remedio.”

Vagar por las cuatro direcciones simboliza la búsqueda de solución en todos los niveles de la creación, que en la kabalá se corresponden con las cuatro letras del Tetragrámaton (Yud Hei Vav Hei) y las cuatro dimensiones de los mundos (Atzilut, Briá, Yetzirá, Asiyá). No encontrar “remedio” significa que el equilibrio entre las fuerzas cósmicas ha sido perturbado y no se puede restaurar fácilmente sin los tzadikim.

שַׁבְנוּ אֵלֶיךָ בְּבשֶׁת פָּנֵינוּ. לְשַׁחֲרָךְ אֵל בְּעֵת סְלִיחָתֵנוּ:

“Hemos vuelto a ti con vergüenza en nuestros rostros, para implorar tu perdón en el tiempo de nuestra expiación.”

El retorno con vergüenza indica el proceso de Teshuvá (arrepentimiento), que en la kabalá se considera una forma de elevación espiritual, especialmente en el mes de Elul y durante los días de Selijot. Este arrepentimiento sincero busca rectificar el flujo de energía negativa y restaurar la armonía en los mundos espirituales.

El rezo de las Selijot que hemos analizado refleja una profunda lamentación por la pérdida de los tzadikim, los justos que actuaban como pilares espirituales y protectores del pueblo. Desde una perspectiva kabalística, estos hombres de fe representaban una conexión esencial con las sefirot superiores, especialmente con Yesod y Maljut, actuando como intermediarios entre el divino y lo humano.

Su desaparición es vista como una falta de equilibrio en el mundo espiritual, resultando en la manifestación de juicios severos y la presencia de fuerzas negativas. La kabalá enseña que los tzadikim, al interceder y apaciguar la ira divina, mantenían el flujo de misericordia (Jéssed) y evitaban el impacto de las klipot (energías impuras). Su ausencia provoca una crisis espiritual, en la que el pueblo se siente abandonado y busca desesperadamente la restauración del equilibrio perdido.

El rezo, al expresar la búsqueda de perdón y rectificación, subraya el proceso de Teshuvá como un medio para restaurar la armonía en los mundos superiores. La vuelta a Hashem con humildad y vergüenza es vista como un paso crucial para reestablecer la conexión espiritual y recibir la misericordia divina en tiempos de expiación.

¡Haz de esta temporada de Selijot un tiempo de transformación y renovación espiritual con esta obra en tus manos!

Esta es solo una prueba del formato digital, descubre el diseño físico que preparamos para ti, también puedes el estudio de estos rezos aquí

Accede para comentar

Deja un comentario