Las cáscaras de la Torá


La introducción del Rab Jaím Vital al Etz Jaím 12-15

Antes de adentrarnos en el estudio de este fragmento del Etz Jaím, es importante preparar nuestra mente y corazón para comprender la profundidad de los conceptos que se van a presentar. En el pensamiento kabbalístico del Arizal, los textos de la Torá y sus enseñanzas no son simplemente palabras, sino estructuras de conocimiento divino que contienen múltiples niveles de significado. El enfoque en este pasaje particular nos llevará a explorar la relación entre lo superficial y lo profundo, entre las capas externas del conocimiento y la esencia espiritual que yace en su interior.

A lo largo de nuestro estudio, descubriremos cómo el Arizal compara estas capas con las cáscaras que envuelven el fruto del trigo, que simboliza los secretos más elevados de la Torá. El desafío será aprender a reconocer las “cáscaras” —aquellos aspectos superficiales— sin confundirlos con el núcleo mismo del conocimiento espiritual, que está oculto dentro de ellas.

Nos enfrentaremos también a una advertencia: el estudio literal de la Torá, si bien necesario y valioso, puede desviarnos si no se realiza con la correcta intención y comprensión. Este fragmento no solo nos ilumina sobre la importancia de profundizar en los secretos de la Torá, sino que también nos muestra los peligros de quedarnos en los niveles más externos de la sabiduría.

Con estas ideas en mente, nos preparamos para estudiar la enseñanza del Arizal sobre cómo la Torá, en sus diferentes niveles, puede ser entendida como una revelación divina cubierta por varias capas de interpretación. Ahora comenzaremos a desentrañar estas capas, siguiendo el camino de los sabios que buscan penetrar más allá de lo superficial para alcanzar los secretos más profundos de la creación y el conocimiento divino. Así está escrito en la introducción del Rab Jaím Vital al Etz Jaím:

יב. וזה סוד ‘כל הבשר חציר’ הנ”ל במאמר הראשון, כי כמו שהחטה שהיא בגימטריא כמנין כ”ב אותיות התורה, הגנוזה תוך כמה קליפין ולבושין שהם הסובין והמורסן והתבן והקש והעשב הנקרא חציר, כן המשנה אצל סודות התורה נקרא חציר.
12. Y este es el secreto de “toda carne es hierba” mencionado en el primer discurso, pues así como el trigo, que su valor numérico es 22 igual al número de las veintidós letras de la Torá, está oculto dentro de varias cáscaras y vestiduras que son el salvado, la cáscara, el paja, la cizaña y la hierba llamada heno, así también la Mishná con respecto a los secretos de la Torá es llamada hierba.

El concepto de “toda carne es hierba” proviene de la idea de que todo lo material, lo físico, es temporal y perecedero, similar a cómo la hierba crece y se marchita. Aquí, la comparación entre el trigo y las letras de la Torá simboliza que los secretos espirituales están envueltos en capas externas, como el trigo en cáscaras. En este contexto, el trigo representa las veintidós letras de la Torá, que son las estructuras divinas fundamentales del conocimiento sagrado. Sin embargo, esas letras están ocultas dentro de múltiples capas de klipot (cáscaras), que representan aspectos externos o superficiales de la realidad. Así como el trigo está rodeado de cáscaras, el conocimiento profundo de la Torá está rodeado por interpretaciones externas, como la Mishná en su nivel literal.

יג. וזה נרמז בס”ה פרשת כי תצא בר”מ (דף רע”ה ע”ב) אבל רבנן ווי לאינון דאכלין תבן דאורייתא ולא ידעי בסתרי אורייתא אלא קלין וחמורין דאורייתא קלין אינון תבן דאורייתא וחמורין אינון חטה דאורייתא ח”ט ה’ אלנא דטוב ורע וכו’.
13. Y esto está insinuado en el Zóhar, Parashat Ki Tetzé, en la sección del pastor fiel 275b. Dice así:
“Pero ¡ay de los sabios que comen paja en lugar de trigo de la Torá y no conocen los secretos de la Torá, sino solo los aspectos más superficiales y básicos de la Torá! Los aspectos más superficiales son la paja de la Torá, mientras que los aspectos más profundos son el trigo de la Torá, la ‘Jet’ y la ‘Tet’ de ‘Jitá/trigo’ son la basura mientras que la ‘Hey’ es lo bueno”.

Este pasaje del Zóhar critica a aquellos que solo se alimentan de las partes superficiales de la Torá, comparándolos con aquellos que comen paja en lugar de trigo. En términos kabalísticos, los aspectos superficiales representan las capas más externas de la Torá, mientras que los secretos representan su esencia más profunda, el trigo espiritual. La alusión a las letras hebreas “Jet”, “Tet” y “Hey” de la palabra “Jitá” (trigo) se refiere a los componentes de la Torá que, en su mayoría, tienen elementos buenos y valiosos (la Hey simboliza el bien), pero pueden contener elementos externos o menos importantes, que son la paja (klipot).

יד. ואלו באתי להרחיב דרוש זה, לא יספיקו מאה קונטרסין בלי ספק בלי שום גוזמא. האמנם החכם עיניו בראשו כי דברי אמת אני אומר. ואל יתמה האדם בראותו ספר הזוהר איך קורא אל המשנה שפחה וקליפין, כי עסק המשנה כפי פשטיה אין ספק שהם לבושין וקליפין חצונים בתכלית אצל סודות התורה הנגנזים ונרמזים בפנימיותה, כי כל פשטיה הם בעולם הזה בדברים חומרים תחתונים:
14. Este tratado es demasiado extenso para ser ampliado aquí; aún así, cien tratados no serían suficientes, sin exageración alguna. Un sabio, ciertamente, tiene en mente que mis palabras son verdaderas al decir esto.
No debe sorprender a nadie ver en el Zóhar cómo se refiere a la Mishná llamándola “Shefajá” y “Klipot”, pues el estudio de la Mishná, en su nivel literal, sin duda son envolturas y cáscaras externas en el extremo opuesto de los secretos de la Torá ocultos y aludidos en su interioridad. Todas sus interpretaciones literales pertenecen al mundo físico y material inferior en este mundo.

Aquí, el autor reconoce que el tema de las capas externas e internas de la Torá es vasto y complejo, imposible de abarcar completamente en este tratado. Sin embargo, para un sabio que ha profundizado en la Kabalá, resulta evidente que estas capas externas son solo envolturas para la verdadera sabiduría interna. Después se aclara que el estudio literal de la Mishná es comparado con una “Shefajá” (sirvienta) y con klipot (cáscaras), esto lo enseña en párrafos anteriores a los que estamos analizando. Esto significa que, en su forma literal, la Mishná es parte de los niveles más externos de la sabiduría. La Kabalá enseña que el estudio superficial de la Torá pertenece al mundo físico y material, mientras que los secretos ocultos en su interior son de naturaleza espiritual superior. Las “cáscaras” son necesarias para preservar y proteger el contenido interno, pero por sí mismas no contienen el valor espiritual pleno.

טו. אמנם הם קליפין טובים למאכל כקליפת קנה הבושם, ולכן בהיותם מביני פשטי המשנה כהלכתא בלתי טעות נקרא ‘עץ הדעת טוב’, אבל כאשר ח”ו שונים בה ומטמאים את הטהור ומכשירין את הפסול ומתירין את האיסור, אז נהפכת ל’עץ הדעת רע’ ומר להם:
15. Sin embargo, estas cáscaras son buenas para el consumo, como la cáscara de la caña de perfume, por lo tanto, cuando son entendidos en el nivel literal de la Mishná como halajá sin error, se les llama “el árbol del conocimiento del bien”. Pero cuando, Hashem no lo permita, se desvían de ella y contaminan lo puro, validan lo inválido, y permiten lo prohibido, entonces se convierte en “el árbol del conocimiento del mal”, y les amarga

Finalmente, el autor explica que, aunque el estudio literal de la Mishná es una cáscara, esta puede ser buena y útil cuando se entiende correctamente, como la cáscara de una planta aromática. En este caso, se compara al “árbol del conocimiento del bien”, porque es una mezcla de lo bueno y lo malo. Si las enseñanzas halájicas se aplican correctamente, contienen un valor espiritual. Sin embargo, si se malinterpretan o aplican incorrectamente, el mismo estudio puede convertirse en una fuente de error y corrupción, siendo entonces “el árbol del conocimiento del mal”. Esta es una advertencia sobre la importancia de la correcta comprensión y aplicación de las leyes.

A través de las enseñanzas del Arizal, comprendemos que, aunque las capas superficiales —como la Mishná en su nivel literal— son necesarias para proteger y revelar gradualmente el conocimiento divino, no deben convertirse en el fin último de nuestra búsqueda.

El uso de metáforas como el trigo y las cáscaras nos recuerda que el verdadero propósito del estudio de la Torá es penetrar más allá de lo superficial, alcanzando los secretos que se esconden en lo más profundo. Así como el trigo está oculto dentro de la paja y la cáscara, los niveles más elevados de la sabiduría de la Torá están envueltos en capas que requieren esfuerzo, dedicación y un enfoque correcto para ser descubiertos.

Este texto también nos deja con una advertencia: el mal uso o la comprensión errónea de la Torá puede llevarnos por un camino de confusión y error, transformando lo que debería ser una fuente de vida en una mezcla de bien y mal. La clave está en el estudio consciente y profundo, donde el objetivo es siempre buscar la verdad espiritual que yace en el corazón de la Torá.

Para quienes desean continuar este viaje y descubrir los secretos más profundos que el Arizal revela, este fragmento es apenas el inicio. El Árbol de la Vida es una obra esencial para aquellos que buscan comprender el propósito más elevado del estudio de la Torá y las dinámicas espirituales de la creación. Sumergirse en su totalidad permitirá desvelar nuevas dimensiones de sabiduría y conexión espiritual.

Te invito a que sigas explorando este extraordinario conocimiento y que permitas que el Etz Jaím te guíe hacia una comprensión más profunda de ti mismo y del universo. Lo que hemos visto hasta ahora es solo una puerta entreabierta; al adquirir el libro completo, tendrás acceso al mapa completo que nos brinda el Arizal, revelando los secretos más ocultos de la creación.

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