Nasó: Secretos Kabalísticos desde el Shaar HaPesukim del Arizal

El Arizal da increíbles comentarios a estas porción de la Torá, el día de hoy estudiaremos el siguiente fragmento de su libro “el Shaar haPesukim” que dice:

La Vasija de Barro y el Agua Santa

El versículo “Y el kóhen tomará agua santa en una vasija de barro…” (Bemidbar 5:17) contiene una profundidad de significado que el Arizal explora meticulosamente. La elección de una vasija de barro no es aleatoria; cada elemento tiene un simbolismo kabalístico preciso.

La Vasija de Barro (Kli Jéresh)

La vasija de barro, o “kli jéresh”, simboliza el cuerpo humano, creado a partir del polvo de la tierra. El barro es frágil y mortal, reflejando la naturaleza transitoria y vulnerable del ser humano. En términos kabalísticos, el barro también representa el deseo de recibir para uno mismo, un estado que debe ser refinado y transformado.

El Agua Santa (Mayim Kedoshim)

El agua santa representa la Torá y las aguas purificadoras de la sabiduría divina. El agua tiene el poder de purificar y transformar, simbolizando la influencia espiritual que puede elevar el estado físico y material del ser humano.

El Acto de la Purificación

La Mujer Sotá y la Purificación

El ritual de la mujer Sotá, sospechosa de infidelidad, implica que el kóhen tome esta agua santa en la vasija de barro. Este acto es una metáfora de la unión entre lo físico (la vasija de barro) y lo espiritual (el agua santa). El proceso es una forma de juicio divino, purificando o revelando la verdad sobre la mujer sospechosa.

Simbolismo de los Elementos

  • Polvo del Suelo del Mishkán: Al añadir polvo del suelo del Mishkán al agua santa, se introduce un elemento de juicio y santidad. El polvo representa el “polvo de la serpiente”, sugiriendo la presencia de impureza y la necesidad de purificación.
  • El Mishkán: Simboliza la presencia divina y el lugar de conexión entre el Cielo y la Tierra. Tomar polvo del Mishkán implica invocar la justicia y la santidad del lugar más sagrado.

“Javá Enemistad”: Un Código Oculto en el Texto

El Arizal nos enseña que las letras iniciales de la frase “vasija de barro y un poco de polvo del suelo del Mishkán” forman la expresión “Javá Enemistad”. Este análisis revela un nivel más profundo de interpretación, mostrando cómo las letras y palabras de la Torá contienen mensajes ocultos y simbólicos.

El Contexto Bíblico: Bereshit 3:15

La expresión “Javá Enemistad” nos remite a la declaración en Bereshit (Génesis) 3:15: “Y pondré enemistad entre ti y entre la mujer”. Este versículo se refiere a las consecuencias del pecado original cometido por Javá (Eva) y la serpiente. Dios declara que habrá una enemistad perpetua entre la descendencia de la serpiente y la de la mujer.

El Polvo y la Serpiente

En el versículo de esta parashá Nasó, el “polvo del suelo del Mishkán” se asocia con la serpiente. Según la tradición cabalística, el polvo es el alimento de la serpiente, lo cual se menciona en Bereshit 3:14: “Sobre tu vientre andarás y polvo comerás todos los días de tu vida”. Este polvo representa la presencia de la serpiente, el mal y la impureza que deben ser purificados.

La Conexión con el Mishkán

El suelo del Mishkán, el santuario portátil del desierto, representa la santidad y la presencia divina. La serpiente, que busca aferrarse al suelo del Mishkán, simboliza la impureza tratando de corromper la santidad. El Mishkán se considera la “mujer superior”, Javá, en su estado elevado y puro antes del pecado.

El Pecado Original y la Infidelidad

Javá fue maldecida debido a la impureza introducida por la serpiente, lo que se interpreta como un acto de infidelidad espiritual. De manera similar, la mujer Sotá, sospechosa de adulterio, lleva una maldición interna si es culpable. La enemistad mencionada en Bereshit 3:15 se refleja en el juicio de la mujer Sotá, mostrando una conexión entre los eventos del Génesis y los rituales del Mishkán.

Permutación del Nombre Divino

Las letras iniciales de “suelo del Mishkán; el kóhen lo tomará y lo pondrá” forman “Hey-Yud-Hey-Vav/היהו”, una permutación del nombre de “Havayah” que denota juicio. Este nombre sagrado está asociado con el atributo de justicia divina y revela cómo el juicio y la purificación están integrados en los rituales del Mishkán.

Las Letras y su Simbolismo

  • Hey-Yud-Hey-Vav: Este nombre, que es una permutación del nombre divino, sugiere un juicio equilibrado que involucra tanto aspectos masculinos (Yud y Vav) como femeninos (las dos Hey). En el contexto cabalístico, esto indica que la justicia divina abarca la totalidad de la creación, tanto lo masculino como lo femenino.

El Misterio de los 130 Siclos

En Bemidbar 7:13, se describe una ofrenda específica: “Su ofrenda fue un jarrón de plata que pesaba 130 siclos…”. Esta aparente simpleza oculta un profundo simbolismo que el Arizal desentraña en su análisis kabalístico.

130 Siclos y 130 Años de Adám

Nuestros Rabinos de bendita memoria explican que los 130 siclos se corresponden con los 130 años durante los cuales Adám Harishón engendró demonios llamados Sheidin, Rujin y Lillin. Después de la expulsión del Jardín del Edén, Adám se apartó de Javá durante 130 años, y en ese tiempo, según la tradición kabalística, engendró estos seres espirituales no humanos.

El Significado del Número 130

El número 130 no es arbitrario. En la gematría, que es la práctica cabalística de encontrar significados en los valores numéricos de las letras hebreas, 130 es el valor numérico de la palabra “ק” (Kuf) más “ל” (Lamed). Estas letras se pueden encontrar en las palabras “משקלה” (mishkalah – su peso) y “משה” (Moshe), estableciendo una conexión directa.

Moshé Rabéinu y Yojéved

El Arizal revela que la madre de Moshé, Yojéved, tenía 130 años cuando dio a luz a Moshé. Esto no es solo una coincidencia numérica, sino una indicación de una conexión espiritual profunda. Moshé Rabéinu, líder y redentor del pueblo de Israel, vino al mundo en un momento de rectificación, reflejando la rectificación de los 130 años de Adám.

Reencarnación de Shet

Moshé es considerado una reencarnación de Shet, el tercer hijo de Adám y Javá. Shet nació después de que Adám había pasado 130 años engendrando demonios. La llegada de Shet simboliza un nuevo comienzo y la continuación de la línea pura de la humanidad. Moshé, como reencarnación de Shet, es también un símbolo de rectificación y renovación.

Purificación y Redención

El peso de 130 siclos del jarrón de plata ofrecido en el Mishkán no solo conmemora estos eventos, sino que también representa el proceso de purificación y redención. El uso de plata, un metal asociado con la pureza y la redención, subraya la idea de que, a través de la Torá y las mitzvot, la humanidad puede rectificar los errores del pasado y alcanzar una nueva pureza espiritual.

Reflexiones Cabalísticas

La porción de Nasó no solo nos brinda un vistazo a los rituales del Mishkán, sino que, a través de las enseñanzas del Arizal, nos invita a profundizar en los secretos kabalísticos que subyacen en el texto. Estos secretos revelan la complejidad de la justicia divina y la importancia de la pureza y fidelidad en nuestras vidas espirituales.

Que el estudio de Nasó y las enseñanzas del Arizal en el Shaar HaPesukim nos inspiren a buscar siempre el significado más profundo en nuestras tradiciones y textos sagrados. ¡Shabat Shalom!

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