En la Kabalá, se enseña que cada alma tiene una raíz espiritual que proviene de Adám haRishón, el primer ser humano. Dentro de esta estructura espiritual, hay dos figuras fundamentales: Kayín y Hével (Caín y Abel). Ambos representan niveles espirituales específicos en la anatomía del alma universal, y su influencia sigue presente en las almas de todas las generaciones.
Kayín y Hével: los brazos y alas del alma
- Kayín representa el brazo izquierdo (o el ala izquierda en el mundo espiritual más elevado llamado Atzilut).
- Hével representa el brazo derecho (o el ala derecha en Atzilut).
Estos “brazos” o “alas” no son físicos, sino formas de describir cómo se distribuye la energía espiritual en los diferentes mundos (Atzilut, Beriá, Yetzirá y Asiá).
En los mundos inferiores (Beriá, Yetzirá y Asiá), se habla de “brazos”, pero en el mundo de Atzilut, que está más cerca del plano divino, se les llama “alas”. Estas alas tienen estructuras complejas, formadas por plumas, pelos, poros, sangre espiritual y otras imágenes que simbolizan niveles del alma.
¿Qué tipo de almas pueden ser llamadas “ángeles”?
No todas las almas tienen acceso a los niveles más altos del mundo espiritual desde su primera encarnación. Sin embargo, hay un grupo especial de almas —todas ellas provenientes del segundo nivel de Kayín— que sí pueden alcanzar el nivel de Néfesh de Atzilut en su primera vida. Estas almas son tan elevadas que se les llama “ángeles”.
Cuando en los textos se menciona que un justo es “como un ángel”, se refiere a que su alma proviene de esta raíz elevada de Kayín. Ejemplos incluyen:
- Pinjás, quien fue identificado con el profeta Eliahu.
- Rabí Yehudá bar Elai, de quien se decía que recibía el Shabat como un ángel celestial.
- Yehudá y Jizkiyá, hijos de Rabí Jiya, también llamados ángeles por su raíz espiritual.
- Janoj (Enoc), que llegó a un nivel aún más alto: la Neshamá de Atzilut.
El misterio de las alas espirituales
Las alas del alma no son una metáfora superficial, sino una estructura con múltiples niveles. Por ejemplo, el ala izquierda (de Kayín) tiene 3,000 plumas: mil grandes, mil medianas y mil pequeñas. Cada pluma contiene:
- 150 pelos, que representan chispas de almas.
- Poros, que son las raíces de estas chispas.
- Sangre espiritual, absorbida en cada pluma, que simboliza la vida interior del alma.
- Un eje con pelos de distintas longitudes, que representan la duración y el desarrollo de la vida espiritual de esa alma.
Los pelos más pequeños corresponden a almas que partieron en la infancia, mientras que los más largos simbolizan almas que vivieron más años. La posición, el tamaño y la conexión entre estos elementos determinan la función y la misión de cada alma en este mundo.
Un ejemplo: la raíz del alma de Rav Jaím Vital
El gran cabalista Rav Jaím Vital tenía su alma en el nivel de los tendones del hombro izquierdo de Adám haRishón, y también se conectaba con el nivel del ala izquierda en Maljut de Atzilut. Específicamente, su alma estaba unida a la pluma número 277 de las mil plumas grandes del ala izquierda. En esa misma pluma:
- El poro era la raíz del alma de Abaye.
- La sangre espiritual era la de Rami bar Jama.
- El tallo interno se dividía entre el profeta Shmuel y otra alma no revelada.
- El eje externo sin pelo pertenecía a Jizkiyá, rey de Yehudá.
- Una de las bases del tallo, de donde nacen dos pelos, era la raíz de Rabí Akiva.
Otros sabios, como Rabí Yehudá bar Elai, el Rashb’’a y Rabí Yoséf Karo, también estaban conectados a plumas específicas dentro de esta ala.
¿Por qué es importante conocer esto?
Este conocimiento nos ayuda a entender que las almas no son iguales entre sí. Cada una tiene una misión particular y una raíz espiritual distinta. Algunas almas, por su nivel, pueden ser llamadas “ángeles” porque actúan como mensajeros o representantes del mundo divino en la Tierra. Estudiar su origen nos permite comprender mejor nuestras propias aspiraciones espirituales y la grandeza de las almas justas a lo largo de la historia.
Este análisis se ha realizado tomando como base lo que explica el Sha’ar haGilgulim, de la página 137-143 del tomo 2 de nuestra versión.
Si te ha fascinado descubrir estos secretos profundos sobre la reencarnación y la rectificación del alma, hay mucho más por explorar. Cada capítulo te llevará a una comprensión aún más elevada, donde los misterios del alma y la espiritualidad se revelan de una manera que transforma tu visión de la vida.
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