Re-Conexión

Fragmento del Shaar HaGilgulim

Cuando cometemos una transgresión, pensamos que no pasó nada y no le damos mucha importancia a lo sucedido y que las consecuencias usualmente tardan en manifestarse, permitiéndonos obviar o pasar por alto nuestros actos, incluso anular la existencia de tales rectificaciones, pero la verdad es que no es así, nuestras malas acciones tienen repercusión en el mundo espiritual dependiendo del origen de nuestra alma, no solo en este mundo físico, como dice el Shaar haGilgulim:

“Y debes saber que, así como es el lugar del alma del hombre, así es la fuerza y ​​sustancia de la contaminación de su pecado, porque quien tiene Néfesh del Maljut de Atzilut, elevará el defecto hasta allí, y se contaminará en la parte de su raíz que está allí, y así hasta el resto del nivel.
Introducción 6.8

¿Cómo es esto?, los pecados o transgresiones no son simplemente actos que van en contra de la moral, en realidad es aquello que está en contra de la Torá, la primer Torá, la que es “esencia” de la Tora física que tenemos, al realizar cosas no permitidas por esta ley divina, creamos manchas espirituales en nosotros y en los mundos espirituales a los que esté adherida nuestra alma. Recordemos que hay 3 niveles del alma básicos dentro de nuestro cuerpo: Néfesh, Rúaj y Neshamá, representados en nuestro cuerpo en “la sangre”, “los sentimientos” y “los pensamientos” correspondientemente, estos representan y pertenecen a los mundos de: Asiá, Yetzirá y Beriá, estos son emanaciones del mundo de Atzilut, es decir, su flujo divino proviene del mundo superior llamado “Atzilut”.

Cada una de las almas que están encarnadas en personas ahora, provienen de un nivel espiritual diferente, cuando nosotros pecamos, creamos una separación en la raíz espiritual de nuestra alma y también separamos los mundos que estaban conectados, ya que el alma de cada ser humano está adherida a un mundo diferente, y dentro de ese mundo hay otras clasificaciones en las que puede estar localizada el alma de un individuo, entonces, la mancha hace una división entre el nivel en el que está y los niveles superiores, impide el flujo divino. Como dice el Arizal en el Shaar HaGilgulim:

“…Con respecto al que tiene un Néfesh en él del mundo de Asiá. Cuando una persona con este nivel peca, hace una separación entre Asiá y Yetzirá, en el nivel de los detalles del lugar, del cual depende la raíz de su Néfesh, así es su arrepentimiento, se debe corregir hasta que vuelva a conectar Asiá con Yetzirá, en el nivel del lugar de la raíz de su alma.
Introducción 6.6

Una vez que sabemos esto, falta algo; la rectificación de la mancha. Se trata de algo conocido como “Teshuvá” traducido comúnmente como “arrepentimiento”, no obstante, la traducción mas acercada a lo original sería “Retorno”, esto es más lógico entendiéndolo desde la idea expuesta anteriormente. Si algo esta separado y “alejado” lo mejor para restituir el daño es regresar a ese punto anterior “retornar” al punto anterior a la mancha.

Para la rectificación de nuestras transgresiones, debemos volver a unir los mundos que separamos, el Arizal dedica una sección a este punto en la introducción 19 del Shaar haGilgulim, sin embargo, después de varias explicaciones, nos brinda un gran secreto escondido en una oración que se recita en el momento en que vamos a dormir, por medio de la oración “En tu mano depositaré mi alma”. Otro secreto para alcanzar el arrepentimiento sincero es a través de nuestras buenas acciones y cumplimiento de mandamientos, así lo menciona en el Shaar HaGilgulim:

“Sin embargo, la principal rectificación puede ser por la noche, en el momento de “depositar” su alma, cuando al acostarse se dice: “En Tu mano depositaré mi alma, etc.” Entonces su alma ascenderá a un emparejamiento más alto, y regresará como una nueva creación, según el significado oculto del verso que dice: “Son nuevas cada mañana”. Asimismo, puede ascender de nivel en nivel de esta manera hasta llegar a su verdadera raíz y completarse.
Introducción 19.2

Nada en este mundo es gratis aunque parezca, las trasgresiones tienen un pago, así como el cumplimiento de mandamientos lo tienen. Cuando manchamos nuestra alma por el incumplimiento de la Torá, el retorno también tiene un pago y requiere de un esfuerzo, eso acompañado de las kavanot dadas por el Arizal nos ayudan a perfeccionar nuestra alma de mejor manera.

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